El aumento agresivo de tipos de interés marca un nuevo precedente en más de 40 años. Pero, ¿será suficiente?
La FED ha estado aumentando los tipos de interés de manera agresiva, con tal de frenar la demanda, enfriar la economía y así reducir la elevada inflación. Normalmente, pasan varios meses o años antes de que las subidas de tipos tengan un impacto en la economía y se vean a pleno rendimiento sus consecuencias. Esto implica que la FED normalmente se suele mover lentamente con tal de contener la inflación. Una vez la inflación ha superado el 5% (actualmente en EEUU está al 7.7%), de media se tardan 10 años para que vuelva al 2%, que es el objetivo de los bancos centrales.

Esta vez, no obstante, la subida de tipos ha sido la más rápida en cuatro décadas, lo que marca un nuevo precedente.

Si bien hay cierta esperanza de que la fuerte y rápida subida pueda frenar la inflación, no está muy claro si puede hacerse sin obligar a entrar en una recesión. Por el momento, el crecimiento sigue siendo positivo. No obstante, una gran parte de la inflación está provocada por los elevados precios de la energía. Debido a las políticas «verdes», las empresas de oil & gas, apenas invierten en nueva producción. Las empresas tienen pocos incentivos para aumentar dicha producción al ser amenazados con impuestos y con precios límites. Por ello prefieren destinar el dinero generado en recomprar acciones o pagar dividendos.


Además el corte del gas ruso, debido a la guerra de Ucrania, añade más presión. La administración Biden, ha estado vaciando las reservas estratégicas con tal de intentar reducir esta fuerte subida, pero sin demasiado éxito. Por ello, muchos temen que no es posible reducir la inflación sin una recesión a pesar de la rápida y fuerte subida de los tipos de interés.
Según Goldman Sachs, hay dos tipos de escenarios. El «Soft Landing» o el aterrizaje suave, parece cada vez más improbable. Algunos inversores de gran renombre, como Druckenmiller, han anunciado que no ven otra opción que una recesión más o menos dura en 2023. En caso de que se cumplan las proyecciones de Goldman Sachs, el mercado podría caer más de un 21% e implicaría que volveríamos a niveles de finales de 2019.

La inversión de la curva de tipos, uno de los mejores indicadores para predecir recesiones, se encuentra en el nivel más extremo desde 1980.

Por el momento, la economía aguanta principalmente por que el consumo sigue siendo elevado, lo que sustenta todos los otros aspectos de la economía. El problema es que la tasa de ahorro se encuentra cerca de mínimos históricos y el aumento del consumo, ha sido a base de tarjetas de crédito.

¿Qué podemos hacer?
La inflación afecta a prácticamente todos los mercados. En la renta fija, los inversores exigen una mayor rentabilidad, para compensar la inflación, lo que provoca que los bonos caigan. Las acciones, exigen mayores retornos y se enfrentan a mayores costes de deuda. El mercado inmobiliario se ralentiza pues aumentan los costes de las hipotecas. A día de hoy la tasa en las que se construyen las viviendas ha caído un 13% y las ventas un 38% desde el pico de 2021.
Pero esto no significa que no podamos encontrar oportunidades. Por ejemplo, las small caps están a los mismos precios que en lo peor de la crisis covid e están peores que por ejemplo en 2011/2012, cuando Europa tenía problemas severos de deuda. Históricamente, estos periodos suelen ser muy buenos para invertir. Es cierto que una caída en los beneficios podría deprimir aún más el precio por acción, sin embargo una caída de márgenes lo suficientemente significativa para tener un impacto de magnitud a largo plazo es improbable.

Invertir en donde hay fugas de capital, también podría ser una buena apuesta contrarian. Debido a todos los problemas que vemos, europa está muy castigada. Por ejemplo, Reino Unido, primero debido al Brexit y luego debido a sus problemas políticos y económicos, ha visto las peores salidas de capital registradas. Esto provoca que se puedan encontrar grandes oportunidades de inversión, con empresas con ROICs del 40%, con crecimiento y cotizando a ~7x EBIT. En Italia, encontramos empresas de nicho, creciendo y a un P/FCF de 3x.

De media, los mercados bajistas suelen durar aproximadamente un año y se suelen ver caídas medias del 30%. A precios actuales el S&P 500 habría caído un 15% en prácticamente 11 meses.

Una gran forma de protegerse de la inflación es buscar negocios contra cíclicos, es decir que se favorecen de las situaciones de mercado estresante. En ejemplo sería Flow Traders quién se beneficia de la volatilidad, o Altrisource, quién gana dinero con los defaults de las hipotecas. Altisource Portfolio Solutions, se habría revalorizado un 60% desde la publicación del análisis inicial en septiembre de 2021.
También es buena idea, invertir en negocios muy resistentes a el cíclo económico, y que lo hagan bien independientemente del comportamiento de la economía. Por ejemplo, podéis ver gratuitamente el análisis de Geo Group, una empresa de cárceles privadas. Empresas muy estables y con contratos a largo plazo con clientes con buena reputación también es muy buena idea. Lockheed Martin sería un gran ejemplo. Una de las características que hemos visto en la cartera de grandes inversores, como por ejemplo de la Michael Burry, es encontrar negocios muy estables, muy baratos y con mucha deuda pero controlada.
Durante tiempos inflacionarios, el oro suele comportarse muy bien. De hecho, los bancos centrales están aumentando sus reservas de oro a niveles históricos. En Análisis de Inversión tenemos muchos análisis de empresas de oro y plata (por ejemplo, este, este, este, este, este, este, este… en analisisdeinversion.com encontrarás todos los que quieras).

El sector de la energía suele tener un comportamiento muy bueno. En Análisis de Inversión, hemos analizado varias empresas de Uranio, por ejemplo, Global Atomic que se ha revalorizado un 430% desde la publicación, o NexGen Energy, que se ha revalorizado un +240%. En cuanto petróleo, podéis ver el análisis de IPCO por ejemplo, que ha aumentado un +450% desde la publicación. ¿Gas? Podéis ver el análisis de Tellurian, en donde alertábamos de los elevados riesgos del proyecto y su poca viabilidad y desde entonces ha caído más de un 50%.
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